martes, 20 de noviembre de 2012

La prosa en el Romanticismo


La prosa en el Romanticismo
La prosa durante el Romanticismo se centró sobre todo en la novela y en los artículos periodísticos.
La novela histórica trata temas legendarios medievales que son reconstruidos con la mayor veracidad posible.
Los románticos, para hacer triunfar sus ideas, solían reunirse en algún café donde intercambiaban sus opiniones. El medio más eficaz para difundirlas en aquella época era el periódico. Se esforzaron en fundar revistas y periódicos en los que exponían sus ideas y combatían a los neoclásicos.
  • Autores
  • Enrique Gil y Carrasco
Nació en Villafranca del Bierzo (León) en 1815. Estudió en Ponferrada, Astorga y Derecho en la Universidad de Valladolid. En 1836 se instaló en Madrid donde conoció y entabló amistad con Espronceda y otros escritores románticos. Publicó sus escritos en varios periódicos madrileños. A partir de 1844 trabajó como diplomático en Alemania. Murió en Berlín en 1846 de tuberculosis.
Escribió poemas llenos de melancolía pero es más conocido como el autor de la novela histórica más importante del Romanticismo: El señor de Bembibre.
En esta novela, Enrique Gil y Carrasco recrea en forma novelada un episodio de la historia: la caída de la poderosa Orden Caballeresca de los Templarios. Los caballeros del Temple habían tenido varias posesiones en la comarca del Bierzo. En la obra se mezcla una patética historia de amor con la narración de los difíciles años del final de la Orden y con la descripción del bello paisaje del Norte de León. 
  • Mariano José de Larra
Nació en Madrid en 1809. Su padre era un médico de ideas afrancesadas que había trabajado en la corte de José Bonaparte. Al regreso de Fernando VII toda la familia se exilió a Francia. Mariano José paso toda su infancia y adolescencia en Burdeos, donde recibió una sólida formación intelectual, liberal y progresista. En 1818 regresó a España y estudió en Madrid y Valladolid. A los 19 años comenzó a escribir artículos en los periódicos. Llegó a ser el periodista más cotizado y temido de su tiempo, a pesar de su juventud. Se casó a los 20 años, pero su matrimonio fue un fracaso y pronto se separó de su mujer.
Fue un hombre culto y refinado, de temperamento apasionado, que tenía que chocar con el ambiente mezquino de la sociedad en la que vivía. Los desengaños personales unidos a los problemas políticos y sociales de la patria para los que no veía solución, acentuaron su pesimismo innato y su desesperación. Por todo ello se suicidó a los 28 años pegándose un tiro en la sien ante un espejo.
Escribió algunos poemas, una novela histórica y una tragedia romántica; pero debe su fama a los artículos que publicó en los periódicos de su época: Vuelva usted mañana, en el que satiriza la pereza y la burocracia española; Casarse pronto y mal, en el que critica la vida familiar siendo un reflejo de su triste experiencia matrimonial; El día de difuntos de 1836, donde ataca diversos aspectos de la política nacional. 

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